Desde la aparición de la telefonía azul tradicional que decía “Todo México es Territorio Azul”, los conceptos de redes 4G, 4.5G y 5G se han popularizado en el acervo cultural de los usuarios de Telefonía Móvil; pero ¿Realmente entendemos de qué va la hiperconectividad?.
Es sencillo , la G es lo que conocemos como Gigabit por segundo (Gbps) y el número que lo acompaña es la cantidad de información que puede descargar tu dispositivo en este tiempo. Es decir, no solo basta con tener un dispositivo de alta gama ni una cantidad exorbitante de internet (aunque acá entre nos sabemos que ¡La cantidad importa! *Guiño, Guiño*) sino, que todo depende del ancho de banda al que estemos conectados.
En pocas palabras son diferentes generaciones de tecnología móvil inalámbrica, también conocida como redes móviles. La tecnología 4G, también conocida como LTE (Long-Term Evolution), se introdujo por primera vez en 2008 y es la cuarta generación de las tecnologías de comunicación móvil inalámbrica. Ofrece velocidades de datos significativamente más rápidas que las tecnologías anteriores, lo que permite una mejor experiencia de usuario en términos de navegación en internet, descarga de aplicaciones, transmisión de video y más.
4.5 G también conocido como LTE advanced, es una versión mejorada de la tecnología 4G que ofrece velocidades de datos aún más rápidas y una mejor eficiencia en el uso del espectro de radio. LTE advanced es capaz de combinar varias bandas de frecuencia para ofrecer velocidades de datos más altas.
5G es la quinta generación de teléfonos móviles y se espera que proporcione velocidades de datos aún más rápidas que las tecnologías anteriores. Además, se espera que 5G ofrezca una latencia extremadamente baja, lo que significa que los dispositivos podrán conectarse entre sí prácticamente en tiempo real.
Y aunque hubo una oleada de pánico de la 5G entre 2019 y 2020, pues mucho se hablaba de la relación directa de la red con el cáncer y mil y un cosas más que esta podía ocasionar.
Sin embargo, la mayoría de los estudios realizados hasta ahora han encontrado que no hay un vínculo significativo entre la exposición a la radiación de la red 5G y el cáncer u otros efectos adversos para la salud. Las agencias reguladoras y de salud en todo el mundo también han declarado que la tecnología 5G es segura para su uso.